El aprendizaje temprano es importante porque ayuda a establecer una base educativa sólida para los niños durante sus años de desarrollo, de acuerdo con el sitio web de Aprendizaje Temprano de la Universidad Johns Hopkins. Los niños aprenden a desarrollar habilidades motoras en un entorno que fomenta el aprendizaje durante los años de preescolar y niños pequeños.
Los cerebros de los bebés y niños pequeños se desarrollan a una velocidad rápida. La información recibida durante este tiempo juega un papel clave en el comportamiento, las fortalezas y debilidades cognitivas y la salud emocional. Los niños que se encuentran en entornos de aprendizaje temprano, como guarderías o centros preescolares, aprenden a ser autosuficientes, cómo interactuar con otros y una gran cantidad de habilidades que los niños sin educación temprana no tienen la oportunidad de aprender.
Los niños que no participan en el aprendizaje temprano pueden estar en riesgo de retrasos en el desarrollo. Los ambientes de aprendizaje temprano condicionan a los niños a desarrollar rutinas que los preparan para la escuela primaria. Las tareas como despertarse por la mañana, pasar tiempo lejos de casa, establecer metas y ver resultados se nutren en entornos de aprendizaje temprano y son fundamentales para la vida diaria.
Los niños educados en el hogar todavía pueden desarrollar muchas de estas habilidades a través de citas de juegos con otros niños y esfuerzos deliberados para fortalecer sus habilidades sociales y de aprendizaje. La opción de enseñar a los niños en el hogar no sugiere automáticamente que tendrán deficiencias en su desarrollo social o educativo.