Los hámsters muerden a los humanos por muchas razones y requieren un manejo especial para evitar morder. Un hámster puede morder por el estrés, el dolor o el miedo, y puede morder porque no tiene la misma calidad.
Además, los hámsters muerden cuando se les altera el sueño, mientras comen o se acercan demasiado rápido desde un ángulo desconocido. Los propietarios de hámsters siempre deben hacer conocer su presencia antes de llegar a la jaula y agarrar al hámster, y nunca deben tratar de manejar a un hámster mientras está comiendo o durmiendo. Una persona también puede ser mordida cuando rompe una pelea de hámster, que solo debe hacerse con guantes o con una toalla en lugar de con las manos desnudas.