La lejía Clorox es dañina para la piel. Se recomienda usar un par de guantes mientras usa este producto, ya que puede causar irritación de la piel, erupciones y molestias.
El cloro cloro puede causar irritación severa en los ojos y puede ser especialmente dañino si se ingiere. Por lo tanto, la etiqueta del producto especifica que debe mantenerse fuera del alcance de los niños. Respirar sus vapores también causa daño. Si el producto entra en contacto con la piel, es esencial lavar esa área y quitar la ropa contaminada. Si la irritación o el malestar persisten o si una persona siente náuseas, es imprescindible consultar a un médico.