El vinagre blanco es una solución que se puede usar para limpiar el oro. Remojar el oro en el vinagre por hasta 20 minutos y luego frotar con un paño suave puede restaurar su brillo natural.
El vinagre es un agente de limpieza natural y económico que no solo tiene la capacidad de hacer que las joyas de oro sean más brillantes, sino que también es un desinfectante, lo que ayuda a garantizar la eliminación de la acumulación de bacterias no deseadas. Además, para el desperdicio de vinagre de la despensa, el oro se puede limpiar en una solución de jabón líquido para lavar platos y agua tibia. Al igual que con el método del vinagre, el oro debe empaparse durante unos 15 minutos y luego restregarse suavemente para eliminar el deslustre.