La mayoría de las lanas proviene de ovejas, aunque algunas cosechas se obtienen de cabras, almizcle, conejos y ciertas especies de camélidos. La lana produce un textil único con cualidades que no se pueden encontrar en la piel, como su rizo Textura, elasticidad y tendencia a crecer en racimos para una fácil cosecha.
La lana se cosecha cortando al animal, lo que implica el uso de tijeras afiladas para eliminar efectivamente la lana del animal. La lana generalmente se retira hacia la piel y luego se deja que vuelva a crecer. Las ovejas pueden estar esquiladas en cualquier momento del año, aunque las ovejas preñadas no suelen estar esquiladas en el invierno, para evitar que sus corderos no nacidos se resfríen.