La vida útil promedio de un horno de gas es de 15 a 25 años. Sin embargo, la vida útil depende de varios factores, entre ellos, cuándo se construyó el horno, los materiales de los que está hecho y el mantenimiento.
Los hornos de gas más antiguos tienden a durar más porque tienen diseños muy simples y están hechos de metales más pesados. Sin embargo, estos hornos a menudo son mucho menos eficientes que los modelos modernos, y pierden eficiencia a medida que envejecen y sus partes se degradan.
Los materiales utilizados en los hornos de gas también desempeñan un papel en la vida útil. Los materiales más pesados tienden a descomponerse más lentamente que los más ligeros, lo que hace que duren más tiempo. Sin embargo, las piezas pesadas de acero y hierro no siempre son tan eficientes como los materiales más livianos. Por ejemplo, los hornos de condensación modernos tienen tuberías de plástico, que tienden a romperse más rápido que las de metal, pero las tuberías de metal son menos eficientes ya que absorben calor.
El mantenimiento es un factor importante en la vida útil del horno. Los propietarios de viviendas pueden aumentar la vida útil mediante:
- Limpieza regular y lubricación de sopladores
- Limpieza de conductos de aire
- Cambia regularmente los filtros
- Sustitución de termostatos defectuosos
- Inspeccionar el horno cada 2 años
Los propietarios de viviendas deben reemplazar los hornos que no distribuyen el calor de manera uniforme en toda la casa, que se descomponen con frecuencia, que hacen mucho ruido o que no funcionan de manera eficiente.