La diversidad cultural reúne a personas con diversas habilidades, creatividad y conocimiento para una productividad efectiva. Un grupo diverso ha aumentado la adaptabilidad, una variedad de puntos de vista sobre un tema y la innovación. Los desafíos de la diversidad incluyen problemas de comunicación, resistencia al cambio, diferencias de opinión y estereotipos.
La diversidad cultural se produce cuando una organización, una comunidad o un grupo de personas tienen diferentes orígenes, incluidas razas, nacionalidades, religiones, edades y sexos. Una organización se considera diversa cuando valora y aprecia las diferencias de las personas en términos de habilidades, actitudes, experiencias y percepciones. Una organización diversa puede beneficiarse de estas diferencias para mejorar sus productos o servicios. En un entorno social, la diversidad genera curiosidad en las personas y les da la oportunidad de aprender y experimentar las prácticas y tradiciones de otra cultura. La diversidad es fundamental para la capacidad de la organización para innovar y adaptarse a un entorno cada vez más cambiante.
Los problemas de la diversidad cultural incluyen dificultades para gestionar personas de diversos orígenes. El idioma puede ser una barrera para la comunicación entre personas de diferentes culturas. En una organización con un gran enfoque en la diversidad, el grupo mayoritario puede sentir que el grupo minoritario recibe atención a expensas de la mayoría. Al mismo tiempo, donde no hay cohesión entre los diversos grupos, puede haber desconfianza y estereotipos.