Los temas principales presentes en la obra "Macbeth" de Shakespeare son el destino, el libre albedrío, la realidad, la ambición y la autoridad real. Shakespeare desarrolla estos temas mediante imágenes recurrentes. Los motivos más importantes son los niños, la sangre, el sueño, la naturaleza y la dicotomía entre la oscuridad y la luz.
En "Macbeth", Shakespeare explora las consecuencias de la ambición rabiosa perseguida mediante tácticas inmorales. Un tema estrechamente relacionado es el poder inherente del trono real y su relación con la tiranía. A través de los temas del destino y el libre albedrío humano, los personajes enfrentan el grado en que controlan su propio futuro.
Otro tema importante en "Macbeth" es la relación entre la realidad y la ilusión. El "juego dentro de una obra" de Shakespeare obliga a la audiencia a reconocer que lo que parece ser verdad a menudo no lo es. Este problema invade la obra, particularmente en el Acto 1. Por ejemplo, en la sexta escena, Duncan elogia el lujo y la comodidad del Castillo de Cawdor, sin saber que sus ocupantes están conspirando para matarlo.
Según la Royal Shakespeare Company, Shakespeare utiliza el motivo de la armonía natural para ilustrar el comportamiento moral, y la interrupción de esa armonía refleja la inmoralidad. Él simboliza el bien y el mal con luz y oscuridad y también usa la luz como símbolo de la inocencia. La sangre indica tiranía y ambición excesiva, y los niños simbolizan tanto el futuro como la medida en que la generación actual lo controla.