Un ejemplo famoso de una falacia patética es el axioma científico "la naturaleza aborrece el vacío", lo que sugiere que la naturaleza tiene la capacidad de sentir aborrecimiento. El crítico cultural John Ruskin acuñó el término, que se refiere a atribuir emociones humanas, rasgos y habilidades a aspectos del mundo natural, a fines del siglo XVIII para denunciar el sentimentalismo artificial en la poesía. Las falacias patéticas se utilizan comúnmente en la ciencia y la poesía.
En su libro "Pintores modernos", Ruskin buscó diferenciar entre ejemplos de antropomorfismo que describen fielmente una emoción y aquellos que, en su opinión, contenían una cualidad "falsa". Usó como ejemplo de esta última una línea de un poema de Coleridge que dice que una hoja "baila tan a menudo como baila". La caracterización del deseo de bailar de la hoja no, según Ruskin, evoca una verdadera emoción y, por lo tanto, crea la falacia patética. Otros ejemplos que citó incluyeron la descripción de un azafrán como "derrochador" y un pasaje en el que las olas "se burlan" del protagonista del poema.
Las obras de Shakespeare contienen muchos ejemplos literarios de falacia patética, como en la frase "Algunos dicen que la Tierra /Era febril y sacudió" de "MacBeth". Otro ejemplo famoso es el título del poema "I Wandered Lonely as a Cloud" de William Wadsworth.