Algunos de los beneficios de usar energía solar en un hogar residencial son la reducción de las facturas de energía, la generación pasiva de ingresos, una fuente confiable de energía, los costos de energía bloqueados y el aumento del valor de la propiedad. Otros beneficios para la sociedad son la disminución de la huella de carbono, un medio ambiente más limpio, la creación de empleos verdes y la reducción de los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Un propietario de vivienda con paneles solares puede ahorrar lo suficiente en su factura de energía para pagar el precio de la instalación. Por ejemplo, a partir de 2015, los residentes de Hawai generalmente recuperan el costo total del sistema en cinco años y ahorran $ 64,000 durante los primeros 20 años de uso. Además, el Crédito Federal de Impuestos Solares reembolsa el 30 por ciento del costo del equipo y la instalación al propietario. Los programas estatales y locales de reembolso también pueden estar disponibles.
Si un propietario no quiere costos iniciales, esa persona puede optar por un acuerdo de compra de energía solar y un arrendamiento de energía solar. Según este acuerdo, una empresa de terceros es propietaria del sistema solar y paga la instalación, el mantenimiento y las reparaciones, y obtiene cualquier beneficio del panel, incluidos los incentivos fiscales.
Ciertos estados, como California y Nueva Jersey, ofrecen incentivos a las energías renovables. En estos programas, la empresa de servicios públicos local paga al propietario por la energía que producen sus paneles solares, ya sea a través de créditos o pagos en efectivo, lo que crea una fuente de ingresos pasivos.