La programación estructurada, como el uso del lenguaje de programación C, ocupa más memoria de la computadora. Un programa desarrollado utilizando el enfoque estructurado puede tener un bajo rendimiento cuando el número de módulos en él excede un cierto rango. El enfoque se reduce hacia la solución de un problema específico y carece de los beneficios de la programación orientada a objetos, que es un método ampliamente orientado.
La programación estructurada no es adecuada para el desarrollo de programas grandes y no permite la reutilización de ningún conjunto de códigos. Se implementa a través de un refinamiento gradual de la funcionalidad, lo que resulta en una estructura inestable y causa una ejecución deficiente de las funciones, acciones o control. Estas debilidades hacen necesario que los programadores exploren técnicas de programación que se centran en las estructuras de datos y no solo en las estructuras de control.
El método sigue un enfoque de arriba hacia abajo; por lo tanto, no aborda los desafíos de los sistemas de la vida real, que no tienen una tapa única. Se prefiere la programación orientada a objetos porque, a diferencia de la alternativa estructurada, permite a los programadores proceder desde cualquier punto, como el medio, hacia el final o al final de un programa. Sus códigos son reutilizables en un programa.
La programación estructurada tiene sus puntos fuertes, como su facilidad de uso con diagramas de flujo y la división en componentes más pequeños. El enfoque es fácil de probar y corregir módulo por módulo. Es fácil de mantener.