Las arañas tejedoras de orbes se pueden encontrar en todo el mundo. Hay más de 4.000 especies diferentes de ellos. Tienen dos segmentos corporales, que incluyen un cefalotórax y un abdomen. Tienen ocho patas, todas ellas conectadas al cefalotórax.
Las arañas tejedoras del orbe tienen glándulas venenosas que producen una toxina que se usa para paralizar a sus presas. Su longitud corporal va desde los tres milímetros hasta los 30 milímetros. Las tejedoras de orbe que son nocturnas tienen típicamente un color marrón o negro, mientras que las especies diurnas son de colores más brillantes y generalmente negras y naranjas o negras y amarillas. Las arañas tejedoras orbe hembras son generalmente más grandes que los machos.
Las arañas tejedoras de orbes se encuentran en hábitats terrestres, templados y tropicales. No les va bien a bajas temperaturas bajo cero y tienen una vida útil de alrededor de un año. Estas arañas tienen mala visión y se comunican a través del tacto o vibraciones en sus webs. Sus telas están hechas de seda cuidadosamente hilada y son planas. Las arañas tejedoras de orbe generalmente construyen una nueva web cada día. Los tejedores de orbe que son de color marrón o negro construyen sus nidos en la noche para evitar ser vistos por la mayoría de las aves, y los que tienen colores brillantes tienden a construir sus redes en la mañana utilizando su coloración notable para demostrar que son venenosas. Sus principales depredadores son las avispas, aves y otras arañas.
Con ocho ojos pero mala vista, los tejedores de orbes dependen de sus redes para atrapar a sus presas. Las vibraciones en una telaraña la alertan de la presencia de presas atrapadas en los hilos circulares pegajosos. Cuando siente las vibraciones, corre a lo largo de las hebras radiales no pegajosas para capturar al insecto, que ella somete con una mordida. Si no come el insecto inmediatamente, lo envuelve en seda para su posterior consumo.
Los tejedores de orbes son beneficiosos para los humanos debido a su papel en el control de plagas de insectos. No son agresivos y suelen huir cuando son amenazados. Sus mordeduras no son peligrosas para las personas o las mascotas.