La extirpación permanente de la uña del dedo del pie, también conocida como matricectomía, es el procedimiento para ablacionar o destruir quirúrgica, química o eléctricamente la matriz ungueal. Existen múltiples razones para someterse a este proceso, especialmente para tratar las uñas encarnadas.
Otras razones para la matricectomía son las distrofias crónicas de las uñas, que incluyen oniqueasis, onicogrifosis, onicolisis, uña psoriásica y onicomicosis sintomática que no responden al tratamiento antimicótico agresivo. Además, algunos corredores extremos optan por este procedimiento de modificación corporal para que ya no tengan que lidiar con el sello distintivo del comercio de un corredor: magulladuras, uñas encarnadas y uñas de los pies, como se describe en la revista The Globe and Mail.
Cuando las formas de tratamiento más conservadoras son ineficaces, los médicos generalmente realizan una remoción parcial del lecho ungueal, conocida como resección en cuña, antes de elegir el método más drástico de remoción completa. Para realizar una resección en cuña, los médicos primero inyectan el área con un anestésico local para crear un efecto adormecedor. Una vez que el área está adormecida, los médicos cortan el borde de la uña que crece hacia la piel. Las secciones no deseadas del clavo se retiran y la herida se cubre con vaselina y gasa. Todo este proceso ocurre en el consultorio del médico y generalmente toma entre 30 y 45 minutos. Los pacientes pueden salir inmediatamente después del procedimiento; la recuperación es de aproximadamente dos semanas a dos meses.
Si el procedimiento más invasivo de remoción completa se justifica a través de la cirugía, los pacientes experimentan dolor significativo, morbilidad y tiempos de curación más prolongados. El control del dolor suele ser el paracetamol con codeína.