Un ejemplo de buena ciudadanía es cuando una persona encuentra una billetera llena de dinero y la devuelve en lugar de guardarla. La buena ciudadanía viene de muchas formas y cada persona la muestra de manera diferente.
Un buen ciudadano es aquel que respeta a los demás y sus bienes. También son útiles y considerados con los demás sin esperar nada a cambio. Un buen ciudadano también puede definirse como alguien que trabaja duro para hacer del mundo un lugar mejor, hace contribuciones a la sociedad y siempre está trabajando para aprender cosas nuevas sobre las personas y el mundo. Los buenos ciudadanos a menudo son amables y se preocupan por los demás.