Algunas preguntas divertidas pueden aprovechar los eslóganes o frases populares o preguntar algo extraño sobre la persona que lo está leyendo. Por ejemplo, pregunte "¿Dónde está Waldo?" o "¿Cuál es el peor regalo que has recibido?"
El slambook fue una forma popular para que los adolescentes en la década de 1980 aprendieran más sobre sus amigos y crearan una especie de diario de recuerdos. Estos libros están llenos de preguntas divertidas e interesantes, como algunas de las siguientes.
- ¿Cuál es la mejor parte de despertar?
- Wassup?
- ¿Qué fue lo último que te puso nervioso?
- ¿Qué te metió en problemas al crecer?
- ¿Cuál es tu parte del cuerpo favorita?
- Si ganaras la lotería, ¿qué harías?