Las bañeras acrílicas son más fuertes, más duraderas y más caras que las bañeras de fibra de vidrio. El acrílico es un material no poroso que facilita la limpieza y conserva su aspecto de fábrica. Una bañera acrílica bien mantenida tiene el potencial de durar más de 30 años. Las bañeras de fibra de vidrio son ideales para renovaciones de bajo presupuesto, pero requieren más mantenimiento que las bañeras de acrílico. La fibra de vidrio es porosa, lo que dificulta el proceso de limpieza.
Las bañeras de fibra de vidrio y acrílicas son difíciles de diferenciar a primera vista. Se ven similares porque ambos materiales están moldeados de plástico y el acrílico contiene fibra de vidrio. La fibra de vidrio y el acrílico son de bajo mantenimiento y duraderos. Son los materiales de bañera preferidos por la variedad de diseños disponibles y su adaptabilidad a diferentes estilos, colores, formas y texturas.
Las tinas de acrílico son suaves y retienen su brillo con el tiempo. Este material es resistente a los rasguños y no se agrieta, evitando fugas no deseadas. La limpieza y el mantenimiento regulares aseguran que estas bañeras permanecen brillantes y se pueden usar durante muchos años.
El color y la suavidad de las bañeras de fibra de vidrio se desvanecen con el tiempo. Estas bañeras son propensas a las grietas y no son tan resistentes a los rasguños como las bañeras acrílicas. La fibra de vidrio es un material liviano que facilita el transporte de las bañeras de fibra de vidrio. Las bañeras de fibra de vidrio son económicas y su durabilidad depende directamente del buen mantenimiento y la limpieza regular.