En su forma pura, el agua es un líquido incoloro e inodoro que tiene una gravedad o densidad específica de 1 gramo por mililitro a 39.2 grados Fahrenheit (4 grados centígrados). Si el agua no está puro, varias de sus propiedades cambian, incluido el punto de congelación, el punto de ebullición y la conductividad.
El agua pura se congela a 32 F (0 C) y hierve a 212 F (100 C). La presencia de un soluto, como el cloruro de sodio, deprime el punto de congelación y eleva el punto de ebullición. Del mismo modo, la presencia de un soluto altera la conductividad del agua. El agua pura es un aislante, lo que significa que no conduce la electricidad. Sin embargo, la adición de ciertas sales aumenta la conductividad del agua, permitiendo que la corriente eléctrica fluya a través de ella.