Aunque las langostas y las cigarras se confunden entre sí, estos dos insectos son criaturas completamente diferentes. Las cigarras se conocen como grillos de árboles, mientras que las langostas son en realidad saltamontes de cuernos cortos.
Las cigarras generalmente se escuchan cantando o haciendo un ruido fuerte en los árboles durante el verano. Este ruido fuerte se llama una emergencia. Los machos de la especie producen esta emergencia, y el sonido actúa como una llamada de apareamiento.
Las langostas son parte de una fase de enjambre de saltamontes. Las langostas se reproducen muy rápidamente, y el grupo que forman se llama un enjambre. Los enjambres de langostas son muy dañinos para los cultivos. Las cigarras pueden dañar los cultivos y otras plantas a través de la cicatrización. Las cicatrices se producen cuando una cigarra hembra pone sus huevos en las ramas.
Con sus alas bien desarrolladas, ambas especies tienen la capacidad de volar. Las cigarras también arrojan su cáscara, dejándola en la corteza o en las ramas de un árbol.
Los pesticidas se utilizan contra las langostas pero no las cigarras. Según The Bug Man, los pesticidas son inútiles e ineficaces contra la cigarra. Las cigarras no son dañinas para los humanos. Los insectos no pican ni pican, pero a veces confunden el brazo de una persona con la comida y tratan de alimentarse. Tanto la cigarra como la langosta se consideran manjares en algunos países y se consumen como alimento.