Una CLI, o interfaz de línea de comandos, es una forma de interactuar con una computadora escribiendo comandos de texto en una ventana de terminal. Una GUI, o interfaz gráfica de usuario, permite a un usuario interactuar con una computadora mediante el uso de un teclado o mouse para manipular los elementos visuales en la pantalla.
Las CLI se utilizan en computadoras y otros dispositivos como enrutadores y conmutadores. La línea de comandos permite al usuario personalizar comandos con parámetros especiales para controlar con mayor precisión cómo funciona la computadora o el dispositivo. Algunas tareas pueden tener secuencias de comandos, haciendo que las tareas repetitivas sean más eficientes y menos propensas a errores. La línea de comandos puede ser más rápida en algunos casos, pero requiere la memorización de numerosos comandos a lo largo del tiempo. Por este motivo, la interfaz de la línea de comandos normalmente es utilizada solo por profesionales y usuarios domésticos avanzados.
Una GUI es más fácil de usar para usuarios más informales. Muchas operaciones comunes, como copiar y pegar, se pueden realizar usando solo el mouse. Los íconos y los menús reemplazan a los comandos de texto y no tienen que ser memorizados. También es más fácil cambiar entre múltiples tareas activas utilizando una interfaz gráfica. Sin embargo, solo se puede acceder a las operaciones avanzadas a través de la línea de comandos.