El poema "El himno del trabajo" de José Rizal es un llamado al trabajo que se centra en cuatro grupos diferentes de la sociedad filipina: los hombres, las esposas, las doncellas y los niños. Cada uno de estos grupos tiene su propia estrofa y coro en el himno.
En el coro masculino del himno, el grupo pide a sus compañeros que salgan a los campos y cultiven la tierra. Los hombres dicen que su trabajo sostendrá a Filipinas y que deben superar todas las probabilidades, como los rayos calientes del sol y el trabajo agotador, para poder hacerlo.
La estrofa femenina del himno apoya y fortalece la voluntad de los hombres para trabajar. El coro de mujeres dice que los hombres deberían "ir a trabajar con los espíritus elevados" porque las mujeres están en casa cuidando la casa y los niños. Las mujeres tienen la tarea de enseñar a sus hijos a amar "la virtud, el conocimiento y el país".
La estrofa de las doncellas solidifica aún más la importancia del trabajo de los jóvenes. El coro de las doncellas afirma que el amor a los jóvenes se sostiene con la lucha y el trabajo del trabajo. La estrofa final del himno es cantada por los niños, quienes piden a los grupos de mayor edad que les enseñen cómo seguir sus pasos y terminar sus laboriosas tareas.
Rizal creó el himno en un esfuerzo por reformar los valores morales y éticos de una sociedad filipina que se encontraba bajo la ocupación española en ese momento.