El propósito de una fotocopiadora es crear copias de materiales gráficos o de texto mediante el uso de procesos de calor, químicos, electrostáticos o de luz. La fotocopiadora se inventó por primera vez debido a la necesidad de crear una alternativa al método de reproducción fotográfica en húmedo utilizado anteriormente.
La primera técnica de fotocopia se inventó a principios de la década de 1950 y utilizó un método de transferencia por difusión. Este método consiste en una copia maestra hecha en una hoja translúcida. La copia maestra se coloca sobre dos capas de papeles negativos y positivos. Las tres hojas están expuestas a la luz, lo que crea una copia de la hoja maestra en el papel positivo.