Los tatuajes tienen una variedad de propósitos según el contexto individual y cultural. Los tatuajes de una cultura indígena pueden significar rango o estatus dentro del grupo. Históricamente, en la cultura occidental, los tatuajes solían ser un indicador del estatus de personas ajenas, como en el caso de grupos de motociclistas, pandilleros, prisioneros o esclavos.
Algunos tatuajes marcan un hito importante para el usuario, incluidos eventos como el nacimiento de un niño, un aniversario, una nueva relación o incluso un divorcio. Algunas personas tienen tatuajes que conmemoran el fallecimiento de un ser querido. Otros tatuajes pueden reflejar creencias políticas o religiosas. Algunas personas consideran que un tatuaje es un talismán para la buena suerte. Un tatuaje también puede rendir homenaje a un artista, película o músico favorito.
En muchos casos, un tatuaje refleja un aspecto oculto o sumergido de la personalidad de alguien y es quizás una forma de expresar una sensibilidad profunda que es difícil de expresar con palabras. Algunos tatuajes son meramente decorativos, una especie de arte corporal puro, mientras que otros pueden estar destinados a cubrir manchas, cicatrices, estrías o incluso tatuajes que ya no son atractivos. Finalmente, algunas personas venden su cuerpo como bienes raíces, haciéndose tatuajes esencialmente como publicidad o marca a cambio de dinero.