El propósito de la psicología es describir, explicar, predecir y cambiar con precisión el comportamiento humano y los procesos mentales. Se esfuerza por lograr estos objetivos en todos los ámbitos de la actividad humana. La psicología ayuda a mejorar el aprendizaje, el desempeño laboral, las instituciones públicas y las relaciones.
El fin último de la investigación psicológica es promover el comportamiento óptimo y la actividad mental. El primer paso es entender cómo funciona la mente y por qué las personas actúan como lo hacen. La psicología se esfuerza por explicar la relación entre las personas y su entorno. Analiza las diferentes formas en que las personas interactúan entre sí en diferentes circunstancias y estudia cómo las personas cambian con el tiempo.
Una parte importante de la psicología es predecir estas tendencias. Los psicólogos saben que sus observaciones son precisas y sus teorías son correctas cuando predicen con éxito el comportamiento humano bajo variables controladas. Una comprensión adecuada de lo que mueve a las personas permite que los esfuerzos cambien los hábitos y los patrones de pensamiento.
Los psicólogos trabajan para el beneficio de la humanidad y no simplemente para adquirir conocimiento inaplicable. Su investigación tiene el objetivo final de mejorar la vida de las personas. La investigación psicológica, por ejemplo, se utiliza para ayudar a las personas a mejorar sus habilidades de comunicación, eliminar patrones autodestructivos, como el abuso de sustancias, y desarrollar técnicas de aprendizaje mejoradas. Los psicólogos también brindan servicios de consultoría en el sistema judicial para resolver casos y determinar las sentencias adecuadas.