Las desgastes en el cuero generalmente se pueden arreglar con una aplicación cuidadosa de jabón, agua y acondicionador de cuero. Los métodos de limpieza varían ligeramente dependiendo del acabado del cuero.
Antes de intentar eliminar marcas de desgaste en el cuero, determine qué tipo de cuero se va a limpiar. Esto se puede determinar rasguñando ligeramente la superficie o colocando una pequeña gota de agua en el cuero. Si el rasguño deja una marca o el agua se absorbe, lo más probable es que el cuero no esté terminado. Para el cuero sin acabado, humedezca una esponja y aplique una pequeña cantidad de jabón de silla de montar.
Al limpiar el cuero, utilice un fregado circular para aplicar o quitar materiales. Frote la esponja sobre el cuero hasta que el jabón forme una espuma ligera. Luego, enjuague la espuma con agua fría y seque el lugar con un paño de microfibra. Cuando el lugar esté seco, aplique un esmalte para el cuero sin acabado y frote hasta que el esmalte se absorba y la marca desaparezca.
Cuando limpie el cuero terminado, use un jabón suave e hidratante, como jabón de manos, en lugar de jabón de silla de montar. Aplique el jabón en un paño de microfibra y forme una espuma ligera sobre la superficie de cuero. Enjuague el paño de microfibra con agua limpia y limpie la espuma de jabón. Después de secar la superficie con un paño de microfibra, aplique un acondicionador de cuero a un hisopo de algodón y frote sobre la marca. Después de que se seque el acondicionador, pula el lugar para obtener un brillo ligero.