Enseñe a los niños sobre el buen samaritano preguntándoles quiénes son sus vecinos, explicando que los vecinos no son solo los que viven en la puerta de al lado y entregándoles a cada niño un papel en el que pueden escribir cómo ser buenos vecinos para los niños que son nuevos en un grupo. Las sugerencias pueden incluir invitar al nuevo niño, incluirlo en el grupo, y traer regalos de bienvenida a su familia.
Lea el relato bíblico del Buen Samaritano en Lucas 10 y explique que el Buen Samaritano trató a todos como a su prójimo, mientras que el levita y el sacerdote no lo hicieron. Dé a los niños algo de contexto, explicando que a los judíos no les gustaban los samaritanos. Al final de la lección, dígales a los niños que el elemento clave de la historia es que el judío, el levita y el samaritano son igualmente merecedores de bondad y respeto.
Otra forma de enseñar la parábola es alinear un pedazo de papel de carnicero en la pared y hacer que los niños dibujen las escenas de la historia mientras la lees. Divida el papel en cinco áreas para ilustrar la historia. La primera escena muestra a los ladrones golpeando al hombre, la segunda muestra al sacerdote caminando, la tercera muestra al levita caminando, la cuarta muestra la parada del samaritano y la quinta muestra al samaritano cuidando al hombre para recuperar la salud.