La planificación de un baby shower implica seleccionar una fecha, un presupuesto, un lugar, un tema, invitaciones, un menú, actividades y favores de fiesta, y crear una lista de invitados. También implica coordinar con el invitado de honor o alguien que conoce su horario para que la ducha no impida ningún plan que ya tenga, y para que alguien pueda asegurarse de que esté allí a tiempo para la fiesta.
La fecha de la ducha se puede planificar durante el séptimo u ocho mes. Si la futura madre tiene un historial de trabajo de parto más temprano, probablemente es mejor no esperar hasta el octavo mes. La siguiente consideración es cuando el lugar deseado está disponible. Es importante decidir sobre un tema desde el principio ya que las invitaciones y el pastel deben coincidir. El menú depende en gran medida del tipo de presupuesto disponible, así como de las restricciones dietéticas de los huéspedes, especialmente del invitado de honor. Las actividades se centran en cosas que los invitados pueden hacer en grupo, como juegos como adivinar el sabor de un frasco sin etiqueta de comida para bebés. Los favores de fiesta suelen ser cosas que los huéspedes con o sin niños pueden usar y son apropiadas para todas las edades, como dulces o velas.