El Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell explica que los veterinarios usan la química para diagnosticar enfermedades en animales enfermos y aparentemente sanos. Además, los veterinarios usan la química para recetar medicamentos y tratamientos para animales enfermos y monitorear la respuesta al tratamiento. Una de las aplicaciones más comunes para la química ocurre cuando los veterinarios analizan los resultados de las pruebas.
La Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell explica que los veterinarios utilizan su conocimiento de la química para interpretar muchas pruebas de diagnóstico. Por ejemplo, los veterinarios pueden investigar el pH de la sangre de un animal. Al comprender qué causa el aumento o disminución del pH de la sangre del animal, el veterinario prescribe medicamentos que ajustan la química interna del animal. Otro ejemplo son las pruebas de enzimas hepáticas, que miden la presencia de varias enzimas, sales biliares y amoníaco en la sangre del paciente. Si el problema es evidente, el veterinario prescribe medicamentos para restaurar la función adecuada.
Los veterinarios también investigan criterios como la cantidad de minerales o proteínas disueltos en la sangre. Si es necesario, el veterinario prescribe medicamentos para ajustar estos parámetros y alterar la química sanguínea del paciente. Según la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, algunas pruebas médicas se realizan a intervalos. Esto significa que el veterinario debe realizar pruebas secuenciales para observar el progreso del paciente.