Onyx es un material brillante y poroso que requiere un manejo especial y una limpieza suave. Elimine la suciedad, la suciedad y la grasa del ónix sin dañarlo. Para limpiar sus superficies de ónix con esta técnica, necesita paños suaves, una toalla, un jabón suave para platos, agua tibia y limpiador de piedras. Se tarda aproximadamente 15 minutos en limpiar la piedra y seis horas para que el sellador se endurezca.
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Lave el ónix con agua tibia y jabón suave
Moje un paño en agua tibia, aplique un punto de jabón líquido y limpie el ónix. Esto elimina la suciedad de la superficie, el polvo y los residuos químicos. Sumerja el paño en agua tibia y limpie el ónix para eliminar el jabón persistente.
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Seque el ónix con una toalla suave
Limpie el ónix completamente con una toalla suave y seca. Pulirlo hasta que esté completamente seco.
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Aplicar limpiador de piedra
Exprima un punto de limpiador de piedras sobre un paño limpio y frótelo sobre el ónix durante cinco minutos. El limpiador sella el ónix y lo protege de la suciedad. Deje secar el limpiador durante otros cinco minutos, luego pula el ónix con un paño suave y limpio. Pulirlo durante 10 minutos con pequeños movimientos circulares.
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Descansa el ónix durante seis horas
Deje que el ónix recién pulido descanse durante al menos seis horas antes de tocarlo con las manos desnudas o mojarlo.