Limpie sus pisos laminados con un trapeador de polvo seco, use muy poca agua y jabón, frote el piso y tome medidas para evitar el desgaste. El tiempo que toma limpiar el piso depende del tamaño del área. Necesita un trapeador o aspirador de polvo seco, agua, limpiador, paños de limpieza de microfibra y tapetes.
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Elimine la suciedad
Al eliminar la suciedad del piso laminado, evite usar una escoba tradicional. Las escobas dejan demasiada arena, lo que rayan o rayan el laminado. Use una aspiradora o un trapeador seco para quitar la suciedad. Si utiliza una aspiradora, colóquela en el piso duro o desenganche el cepillo.
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Limpie el piso
Limpie el piso laminado usando solo un poco de jabón y agua. Demasiado jabón deja escoria que hace que el laminado se vea opaco. El piso laminado no requiere un limpiador de laminado especializado. Use solo un poco de agua al trapear. Demasiado puede hacer que el laminado se hinche y se deforme.
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Pulir el piso
Brilla el piso usando paños de limpieza de microfibra o puliéndolos con trapos.
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Tome medidas preventivas
Tome medidas para evitar que su piso laminado se dañe. Coloque alfombras en las puertas para evitar que estas áreas de alto tráfico se desgasten. No permita zapatos en el piso, que pueden contener pequeñas piedras y piedras que rayan el piso.
La mayoría de los pisos laminados tienen un revestimiento que lo protege de rasguños y rasguños, así como también de derrames y manchas. El recubrimiento también lo protege de la decoloración, por lo que es importante seguir un método de limpieza específico. Dañar o disolver la capa protectora pone al piso en riesgo de un daño irreparable.