Limpie el metal oxidado aflojando la acumulación con papel de lija, empapando el metal en vinagre y jugo de limón y aplicando una pasta de bicarbonato de sodio en el área. Necesitas papel de lija de grano fino, una toalla de papel, un limón, un bol y una bola de algodón. También necesita bicarbonato de sodio, agua, un recipiente y un paño limpio.
-
Afloje la acumulación de oxidación
Afloje la acumulación corrosiva frotando cuidadosamente el área oxidada con papel de lija de grano fino. Evite frotar con demasiada fuerza, ya que puede rayar la superficie del metal.
-
Empape el área con jugo de limón
Corte un limón por la mitad y exprima su jugo en un tazón. Sumergir una bola de algodón en el jugo de limón y esponja sobre el metal. Elimine la mayor cantidad de acumulación posible
-
Mezcle la pasta
Mezcle 2 partes de bicarbonato de sodio y 1 parte de agua en un recipiente adecuado hasta que se forme una pasta espesa.
-
Aplique la pasta
Aplique la pasta al área oxidada en una capa gruesa, y luego deje que la pasta se seque completamente.
-
Limpie la superficie
Frote la pasta seca con una toalla de papel. El resto de la corrosión debe desprenderse con la pasta. Retire cualquier resto de pasta y limpie la superficie con un paño limpio.