La invención de la cámara cambió el mundo al permitir que las personas resaltaran las normas sociales, pero también al permitir la documentación de los deseos pervertidos, al crear nuevas formas de ser insensibles, al documentar partes de la vida cotidiana, al crear una nuevo espacio para la publicidad y al cambiar el periodismo y permitir que las personas creen documentales.
La cámara les permite a las personas resaltar lo que creen al darles el poder de documentar el mundo como mejor les parezca. Esto permite a las personas concentrarse en lo que consideran socialmente adecuado e ignorar aspectos de la vida que no consideran aceptables.
Al mismo tiempo que la cámara hace cumplir las normas sociales, también documenta casos en los que esas normas pueden romperse. Cuando se utiliza como dispositivo espía, una cámara tiene mucho más poder que una herramienta de observación. La cámara también puede cumplir con los deseos voyerísticos o pornográficos al fotografiar situaciones sexuales.
A medida que la cámara se desarrollaba, estaba disponible para los aficionados. Esto cambió completamente la forma en que se documentó la vida cotidiana, permitiendo fotografías de familias y momentos especiales.
La publicidad también es completamente diferente debido a la fotografía. Aunque los dibujos eran posibles en el pasado, la fotografía ha cambiado radicalmente la concepción de la publicidad de la sociedad. La industria del modelaje, por ejemplo, probablemente no existiría tal como está sin cámaras.
Finalmente, la cámara ha ayudado al público en un sentido periodístico al darles una percepción más clara de cómo son los eventos sobre los que leen o escuchan. Sin embargo, las cámaras también han generado preocupación a este respecto porque es más fácil para las imágenes explícitas de violencia o de naturaleza sexual llegar a audiencias más amplias (y en ocasiones no intencionales).