Los timbres inalámbricos usan un transmisor de radio para enviar una señal a un receptor, que activa el sonido o el timbre alertando al ocupante de que alguien está en la puerta. A diferencia de los timbres tradicionales, que emiten la alerta mediante electroimanes active los émbolos contra las barras de tono, la mayoría de los timbres inalámbricos utilizan una pregrabación de campanadas.
La principal ventaja de los timbres inalámbricos es que no requieren la instalación de cables entre el botón de la puerta, el transformador y las campanillas. Los transmisores a menudo usan baterías, mientras que el dispositivo de sonido se conecta a la corriente doméstica o usa baterías.
Una queja común acerca de los timbres inalámbricos es que las campanadas a veces suenan cuando nadie activa el botón del transmisor. A menudo esto se debe a un vecino cercano con un dispositivo similar instalado en su casa. La mayoría de los equipos inalámbricos permiten al propietario cambiar la frecuencia del transmisor y el receptor, lo que generalmente elimina este problema por completo.
Si el timbre de la puerta no se activa al presionar el botón del transmisor, el problema suele ser una batería débil o agotada. Reemplazar las baterías viejas por otras nuevas usualmente arregla la unidad inmediatamente. También hay un límite para la distancia entre el transmisor y la unidad de sondeo. El hormigón interfiere con algunas unidades, pero su montaje en pequeños trozos de madera resuelve fácilmente este problema.