Los sensores de humedad de la secadora determinan si una carga de ropa en seco está seca al medir el calor, el peso o la conductividad eléctrica de esa carga. Una vez que la ropa se considera seca, el sensor inicia un ciclo de enfriamiento. Luego apaga la secadora.
Los secadores tienen tres tipos diferentes de sensores de humedad. Uno usa un termostato, que se coloca dentro de una abertura cerca del tambor. A medida que la ropa se seca, el calor se libera en esa abertura. Cuando un nivel de calor establecido alcanza el sensor del termostato, la secadora comienza su fase de apagado.
El segundo tipo de sensor consiste en dos puntas colocadas cerca de la parte posterior del tambor. Debido a que la ropa húmeda es más pesada, la fuerza centrífuga hace que giren cerca de los lados del tambor, lo que mantiene las dos puntas en contacto entre sí. A medida que se seca la ropa, gravitan hacia el centro del tambor, lo que hace que las puntas se abran. Las puntas abiertas indican que la ropa está lista.
Los secadores de alta gama usualmente usan un sensor conductor que mide la resistencia eléctrica en una carga de ropa para determinar si están secas. Debido a que el agua conduce la electricidad, la ropa mojada es menos resistente a la carga eléctrica que la seca. Cuando se alcanza un nivel de resistencia establecido, el sensor de humedad inicia el período de enfriamiento y apaga la secadora.