Varios factores pueden ayudar a un vendedor a establecer un precio justo para los electrodomésticos usados, incluida la antigüedad, el nivel de desgaste y la demanda local del electrodoméstico.
Comience con una evaluación del aparato, observando cualquier daño por desgaste y desgaste. Incluya cualquier abolladura o rasguños en el listado de ventas. La lista debe incluir cualquier problema conocido no visible y cualquier costo potencial en el que pueda incurrir el nuevo comprador.
Para establecer un precio razonable, compare el dispositivo con otros dispositivos similares en el mercado local.
Vender un dispositivo usado es a menudo un proceso de negociación. El precio indicado debe ser lo máximo que el vendedor desea recibir, dentro de lo razonable. Para fines de negociación, el vendedor debe tener en cuenta el precio más bajo que está dispuesto a aceptar.