Para despegar una cremallera, use un par de pinzas para eliminar cualquier material extraño atascado en las pistas. Use un lápiz de plomo o una bola de algodón aceitoso para lubricar los dientes y suavizar el movimiento de la cremallera. Este proceso lleva 10 minutos.
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Retire los residuos de los dientes de la cremallera
Examine los dientes de la cremallera en busca de diminutos trozos de algodón, papel u otro material que pueda estar arruinando su movimiento. Agarra los escombros con un par de pinzas, y tire de ellos suavemente. Use las pinzas para eliminar cualquier parte restante de los residuos y luego pruebe el movimiento de la cremallera mientras comprueba que no haya más obstrucciones.
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Alise los dientes de la cremallera
Si la cremallera aún se siente atascada, frote la punta de un lápiz de plomo a lo largo de ambos lados de los dientes de la cremallera. Mueve el lápiz hacia arriba y hacia abajo hasta que la superficie de cada lado sea plana y uniforme.
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Lubrique los dientes
Frote una bola de algodón en aceite de oliva y frote el aceite a lo largo de ambos lados de los dientes de la cremallera. Corra suavemente la cremallera hacia arriba y abajo de los dientes. Mientras mueve la cremallera, agítela para forzar el aceite en el funcionamiento de los dientes.