Jerusalén está controlada por el estado de Israel a partir de 2014, según la Biblioteca Virtual Judía. Los habitantes judíos de la ciudad representan aproximadamente dos tercios de su población de 1 millón. El resto de su población incluye principalmente árabes, musulmanes, algunos cristianos y otras minorías religiosas y étnicas. Jerusalén fue descrita como la capital de Israel por el rey David hace más de 3.000 años.
La ciudad de Jerusalén es de gran importancia para la fe judía, ya que contiene el Muro de las Lamentaciones del Oeste, que es el último eslabón restante del antiguo Templo. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el control de Jerusalén ha fluctuado, y las fronteras de la ciudad se han rediseñado muchas veces. Las Naciones Unidas querían que la ciudad se internacionalizara, pero varios países musulmanes condenaron enérgicamente esto.
En 1948, Jordania invadió Jerusalén y comenzó a ocupar el área oriental de la ciudad. Por primera vez en la historia, la ciudad estaba dividida. Muchos judíos fueron expulsados y forzados al exilio como resultado. Hasta 1967, el control de Jerusalén fue compartido entre Israel y Jordania. Como consecuencia de la Guerra de los Seis Días, Israel expulsó a Jordania del este de Jerusalén y unificó la ciudad una vez más. Aunque Jerusalén permanece bajo el control de Israel, es un importante punto de discusión para los palestinos. A lo largo de los años, se han hecho acuerdos tentativos, pero a partir de 2014, el futuro de Jerusalén sigue sin resolverse.