El revestimiento de la piscina se puede limpiar con una solución de lejía y agua o usando bicarbonato de sodio. Mantener la química del agua correcta también es esencial para prevenir las manchas.
La limpieza adecuada del revestimiento de una piscina requiere conocer la causa de la mancha. Si las manchas son verdes o marrones, lo más probable es que sean causadas por sustancias orgánicas, como las algas u otras sustancias vegetales. Los colores marrón rojizo probablemente significan que la mancha es causada por el óxido.
La corrección de la química del agua de la piscina puede eliminar las manchas orgánicas sin la necesidad de retirar el forro o realizar una limpieza vigorosa. El nivel de pH debe estar entre 7.2 y 7.6, y los niveles de cloro deben estar entre 1.5 y 2.5. Los niveles de dureza de calcio deben ser de 200 a 300 partes por millón, mientras que los niveles de alcalinidad deben ser de 80 a 100 partes por millón. Cuando estos niveles están fuera de balance, la piscina puede ser un lugar ideal para que crezcan algas u otros organismos. Limpiar la caja del skimmer y otras áreas problemáticas con un trapo cubierto con bicarbonato de sodio no solo eliminará algunas manchas, sino que aumentará el pH y los niveles alcalinos en la piscina.
Las manchas que no pueden eliminarse mediante la corrección de los niveles químicos en el agua deben eliminarse con una solución de lejía hecha de una parte de lejía y dos partes de agua. Para que la solución sea efectiva, es necesario drenar la piscina y retirar el revestimiento. La solución se debe aplicar al forro y se deja reposar durante una hora antes de enjuagar. Puede requerirse una limpieza adicional. El proceso se repite según sea necesario para eliminar las manchas difíciles.