Contrariamente al mito popular, el tenis de mesa o las pelotas de "ping-pong" son huecas y contienen aire regular en su interior. Sin embargo, cuando se ponen en un encendedor o llama, las pelotas de ping-pong se encienden y estallan en llamas.
Las pelotas de ping-pong estándar miden 40 milímetros de diámetro y pesan 2.7 gramos. Las pelotas de ping-pong tienen un acabado mate y están hechas de plástico celuloide, que es inflamable. Esta es la razón real de la explosión. Son menos peligrosas de quemar que las pelotas de ping-pong más antiguas, que consistían en celuloide acidificado que se volvió cada vez más inestable con el tiempo; la más mínima chispa o calor de la fricción a menudo encendía las bolas.
