Una presión de agua residencial normal es la presión de agua promedio para un hogar y puede estar entre 40 y 80 libras por pulgada cuadrada. La presión máxima de agua para una residencia es de 80 psi. Una presión de agua estándar es importante para garantizar un suministro de agua constante y para evitar fugas.
La alta presión del agua es una causa importante de daños en las tuberías, desperdicio de agua y fugas. La presión excesiva del agua también puede conducir a la expansión térmica en una residencia. Un propietario puede probar la presión del agua utilizando un manómetro que se enrosca en la manguera. Los propietarios de viviendas con alta presión de agua pueden instalar un regulador de presión en el medidor para garantizar una presión segura.