Una buena forma de eliminar el pegamento del metal es aplicar un producto que contenga acetona. Cuando la acetona se coloca sobre el pegamento, se vuelve más maleable. Una vez que el pegamento se ablanda, se puede raspar con un raspador de pintura.
La acetona es un componente de muchos productos para el hogar. Muchos removedores de esmalte de uñas contienen acetona y son una buena opción para eliminar el pegamento. Remojar un trapo en la acetona y aplicarlo en el punto de pegamento evita que la acetona gotee sobre la superficie del metal. Cuanto más tiempo se permita que la acetona penetre en el pegamento, más fácil será eliminar el pegamento.
La acetona es un solvente orgánico. El contacto con la piel provoca deshidratación y deshidratación de la piel. Lavar la piel con agua y jabón y aplicar una crema hidratante mitiga estos efectos. La inhalación e ingestión de acetona es tóxica y es un producto químico inflamable.
Aunque se recomienda su uso en metales, la acetona no es adecuada para eliminar el pegamento de todas las superficies. La acetona puede decolorar la tela. El plástico puede desarrollar un acabado turbio y el barniz sobre la madera puede disolverse. El uso de acetona en un vidrio no daña la superficie, pero puede ser innecesario, ya que la mayoría del pegamento se puede enjuagar con agua tibia y jabón.