Un buen remedio casero para los ácaros es un jabón insecticida, aceite de neem o insecticidas botánicos. El uso de pesticidas químicos resuelve el problema del ácaro ya que mata a los otros insectos que mantienen a los ácaros controlados.
Para las plantas infestadas con ácaros, los propietarios deben eliminar las hojas infectadas de la planta, los tallos y las plantas enteras si es necesario. La eliminación cuidadosa es necesaria porque los ácaros pueden viajar en el viento. El polvo en las hojas, frutos y ramas estimula el crecimiento de ácaros. Los propietarios deben asegurarse de apuntar a las larvas de los ácaros, volviendo a aplicar el remedio seleccionado según sea necesario. Las plantas que no se riegan o cuidan adecuadamente sufren más estrés, lo que las hace más susceptibles a los ácaros.