Aunque son muy personales y, a menudo, no se comparten libremente, su nombre, número de teléfono, dirección postal y dirección de correo electrónico le pertenecen a todos, pero los demás los utilizan con mayor frecuencia. El conocimiento de cada uno de ellos ayuda a Las personas que desean comunicarse con usted lo distinguen de los demás y lo contactan directamente.
Aunque dar su nombre a un nuevo conocido es amigable, tenga cuidado con quién comparte su información personal, especialmente en línea. Muchos ladrones confían en la franqueza y honestidad de sus objetivos para aprovecharse de ellos y robar su dinero o identidades. Al mantener dicha información personal reservada para aquellos que realmente conoce y en los que confía, se mantiene a salvo de aquellos que desean hacerle daño.