El ciclo dinástico es un patrón que explica el ascenso y la caída de las dinastías chinas entre 1650 aC y 1644 dC. El ciclo establece que a medida que las dinastías envejecen, comienzan a abusar de su poder. Este abuso hace que la dinastía pierda el Mandato del Cielo o el derecho divino de gobernar y colapsar. Luego, una nueva dinastía reclama el Mandato del Cielo y asume el poder sobre China.
El ciclo dinástico comenzó cuando la dinastía Shang gobernó China en 1650 aC. La primera etapa del ciclo dinástico afirma que cada dinastía debe llevar la paz a China, construir o reconstruir la arquitectura, proporcionar tierras a los pobres y proteger al pueblo chino. La dinastía Shang floreció, creando un sistema de escritura en el proceso. A medida que la Dinastía Shang comenzó a envejecer, comenzaron a gravar demasiado a su gente, dejaron de protegerla, dejaron que los edificios se derrumbaran y trataron a su gente con injusticia general. El ciclo dinástico afirma que cuando una dinastía muestra estas características, pierde el Mandato del Cielo y se convierte en una antigua dinastía.
El Mandato del Cielo es lo que los chinos consideraron el derecho divino de gobernar. Cuando la dinastía Shang envejeció, perdieron el favor de los dioses. En el ciclo, un período de problemas sigue a la pérdida del Mandato. Estos problemas incluyen: desastres naturales, levantamientos campesinos, invasiones extranjeras y la prevalencia de bandidos. Cuando la dinastía Zhou reclamó el Mandato en 1027 aC, trajeron la paz a China nuevamente. El ciclo dinástico se repitió hasta 1644 CE, terminando con la dinastía Ming.