Un discurso de cumpleaños número 18 debe reflejar los años de la infancia, el reconocimiento de las lecciones aprendidas hasta ahora y el reconocimiento de convertirse en un adulto oficial. Un gran discurso involucra a la audiencia con historias humorísticas o sinceras.
Un discurso de 18 años es una gran oportunidad para que el orador se vuelva vulnerable y lleve sus emociones en la manga. Al público le encanta escuchar historias sobre cualquier aprehensión con respecto a la edad adulta o anécdotas humorísticas que detallan experiencias adolescentes incómodas.
Los mejores oradores crean una fuerte introducción con una cita filosófica o una historia personal sobre cómo crecer. Un orador necesita involucrar a la audiencia con preguntas retóricas para inspirar la introspección. Siempre es bueno reconocer los puntos de inflexión que pueden surgir después de que el orador cumpla 18 años, como graduarse de la escuela secundaria, ir a la universidad o unirse al ejército.
Después de reflexionar sobre las lecciones aprendidas desde la infancia hasta la adolescencia, es hora de que el orador comparta cualquier plan futuro interesante con la audiencia. Este es el mejor momento para que el orador se tome un momento para reconocer y agradecer a las personas influyentes que ayudaron en el camino.
Al final, los mejores discursos siempre atraen a la audiencia al ayudarlos a relacionarse, hacerlos reír o inspirar una reflexión personal. Los grandes oradores pronuncian las palabras con claridad y en voz alta, asegurándose de sonreír y hacer contacto visual con la multitud.