Las lámparas fluorescentes zumban cuando tienen un balasto magnético, en lugar de electrónico. El ruido es causado por el balasto magnético que vibra a una frecuencia de 60 hertz.
Los balastos magnéticos, también conocidos como transformadores, tienen una velocidad de ciclo relativamente baja que modula la corriente alterna en el tubo fluorescente, lo que a menudo produce un parpadeo notable de la fuente de luz. La solución más sencilla para evitar estos efectos es reemplazar el balasto magnético con un balasto electrónico moderno que funciona de 20,000 a 60,000 hertz. Adicionalmente, los balastos electrónicos conservan mejor la electricidad; los balastos magnéticos pueden desperdiciar hasta el 10 por ciento de la potencia de entrada de una lámpara.