Una de las razones más comunes por las que las hojas de una planta de geranio se enroscan es debido a una infestación de pulgón. Los áfidos deshidratan la planta y hacen que cualquier crecimiento nuevo y existente se tuerza y se convierta en algo que se vea lejos de una planta de geranio saludable.
A pesar de que los áfidos son uno de los insectos más comunes que infestan las plantas de interior, se pueden controlar. Una cosa crucial en la que centrarse cuando se elimina una plaga de insectos es seguir un plan de rutina para mantener una vida saludable en las plantas. Esto probablemente incluirá algún tipo de insecticida, pero no se limita únicamente a tener control a través de químicos. Muchas personas encuentran soluciones naturales para hacer frente a las infestaciones de pulgones.
Algunas de estas soluciones son tan simples como lavar la planta con suficiente rocío para eliminar las pequeñas criaturas. Otra alternativa natural común a los insecticidas es el uso de aceite de neem. Este aceite se aplica a las plantas y proporciona una barrera natural para proteger la planta de los áfidos. Independientemente de si decide o no usar insecticidas o alternativas naturales, deshacerse de los áfidos apenas visibles es primordial para que las hojas de geranio crezcan adecuadamente sin rizarse. Asegúrese de cuidar el geranio deshidratado de nuevo para cuidarlo prestando atención a sus necesidades de riego.