Si bien las bombillas de tres vías especiales se pueden usar para lámparas táctiles, en realidad no son necesarias. Debido a la forma en que funcionan las lámparas sensibles al tacto, el brillo de la bombilla se controla mediante se le pasa el poder cuando se toca la base.
La mayoría de las lámparas táctiles usan tres configuraciones de brillo separadas que permiten al usuario ajustar la iluminación según sea necesario. Cuando el usuario toca la lámpara, una cantidad específica de energía pasa a la bombilla, cambiando el ciclo de trabajo de la electricidad. Mientras que las bombillas en las lámparas de interruptores normales obtienen la máxima potencia automáticamente, las lámparas táctiles lo limitan en varios grados para permitir múltiples configuraciones de brillo.