El protagonista masculino anónimo del poema "Bereft" de Robert Frost se encuentra en el porche de una casa, frente al océano rugiente. Le preocupa la soledad de su existencia y la hostilidad casual del mundo natural que lo rodea.
La palabra usada para el título del poema se define como el tiempo pasado de "bereave", que significa "llorar". También es un adjetivo que significa "privado". Estas definiciones encajan bien con los temas de aislamiento y pérdida del poema. El narrador lamenta el fin del verano, una metáfora del paso del tiempo y de la vida. Las fuerzas de la naturaleza, caracterizadas por las hojas, son impersonales y hostiles para él.