El estiércol de cerdo puede ser un buen fertilizante para las plantas. Sin embargo, debido al riesgo de patógenos que causan enfermedades transmitidas por los alimentos en humanos, los expertos no recomiendan el uso de estiércol de cerdo para fertilizar huertos.
El estiércol de cerdo puede contener bacterias dañinas, como E. coli, salmonella y listeria. Estos patógenos se pueden transferir a los humanos a través del contacto directo con el estiércol y las frutas y verduras frescas. El riesgo de contaminación puede reducirse compostando el estiércol a una temperatura de 140 grados o más y aplicando estiércol al suelo por lo menos 120 días antes de cosechar frutas o verduras; sin embargo, los expertos advierten que el estiércol de cerdo conlleva un mayor riesgo de que los patógenos sobrevivan a través de este tipo de medidas de precaución que otros tipos de estiércol.