Los teléfonos fijos y digitales que están registrados en una red celular pueden rastrearse inmediatamente. Los teléfonos prepagos tardan más tiempo en rastrearse y no se pueden ubicar en una ubicación exacta.
Las líneas fijas se rastrean fácilmente a través de la compañía telefónica, ya sea que la persona que llama intente ocultar su número de teléfono. Los teléfonos celulares digitales son inmediatamente rastreables. En 2006, la Comisión Federal de Comunicaciones exigió que todas las redes de teléfonos celulares usaran tecnología de seguimiento de ubicación. Los teléfonos celulares prepagos simples son un poco más difíciles de rastrear, ya que su ubicación se debe triangular y deducir utilizando torres de teléfonos celulares. Este proceso no proporciona la ubicación exacta de un teléfono, pero genera una estimación cercana.